Hurgando-me

Y cierro los ojos para contemplarme por dentro,
lo único que veo
silencio.
Las palabras son amordazadas por mil lenguas,
basta de infartos y dolencias!!!
el mundo yace fuera de mi,
yo.

Como

Como duele como se va intengrando a mis carnes,
como imploro a la vida su camino
esclarecido.
Y de rodillas ruedan los nudos de mi garganta,
que como mil espadas cortan mi pecho,
no puedo, no puedo llorar.
Miro los cielos, letreros, perros, gente...
Todo parece bello e insustituible,
como DIOS, nadie lo es ( jamás);
para siempre, me quedare para siempre,
para siempre ver pasar los segundos en torno a mi
tiempo.